El centenario de Luis G. Berlanga y un secreto bien guardado

El centenario de Luis G. Berlanga y un secreto bien guardado


Durante el franquismo, el cine independiente sobrevivió en España gracias a las tres B, Buñuel, Bardem y Berlanga. Los tres directores vivieron en una lucha constante contra la censura.

Celebramos el centenario de uno de ellos, Luis García Berlanga

A finales de los años 40 Berlanga se había graduado en la escuela de cine de Madrid, y en 1951 dirigió su primera película, Esa Pareja Feliz. Pero fue su segunda película, ¡Bienvenido, Mr Marshall!, en 1953, la que consolidó la reputación de Berlanga y ayudó a abrir un nuevo capítulo en el cine español. Ambientada en un pequeño pueblo de la campiña española, la película cuenta de forma hilarante cómo reaccionan las autoridades y otras personas ante la perspectiva de que Mister Marshall venga a España a repartir personalmente sus millones.

 "Mis películas tratan sobre el fracaso", dijo Berlanga en una ocasión. "Tratan sobre individuos que ven una oportunidad de salir del lío en el que están metidos y se proponen aprovechar esa oportunidad, pero siempre fracasan, porque de todas formas era una ilusión". En el proceso, sin embargo, los antihéroes de las películas de Berlanga se meten en un sinfín de entretenidos líos, y al final dejan al espectador con un sentido de respeto y compasión.

Calabuch de 1956, cuenta la historia de una fuga fracasada, la de un sabio que huye con sus secretos hasta el pueblo mediterráneo de Calabuch, un sitio maravilloso porque la gente se limita a vivir con amistad y humor.

En 1961, Plácido, una sátira sobre un hombre pobre invitado a cenar en una casa rica en Nochebuena, fue nominada al Oscar a la mejor película en lengua extranjera. 

Quizás el ejemplo más extremo de la visión cómica de Berlanga sobre un personaje que intenta cambiar sus circunstancias aceptando un reto improbable fue El verdugo, de 1963, en la que lo último que quiere hacer el personaje del título es matar a alguien. Aquí, como en sus otras películas, el humor de Berlanga era negro y amargo; como afirmaba con orgullo, fue el director de cine que más veces fue llevado ante los censores de Franco para explicar sus intenciones. 

Tras la muerte de Franco, en 1975, Berlanga dirigió una trilogía de películas en las que se abordaban con ironía las esperanzas e ilusiones que suscitaba la transición al régimen democrático: La Escopeta Nacional (1978), Patrimonio Nacional (1981) y Nacional III (1982)

También en sus películas mostró cómo las pasiones solitarias pueden atraer a los individuos a mundos extraños, como en Grandeur Nature (Tamaño natural), un largometraje de 1973 en el que el actor francés Michel Piccoli interpretaba a un hombre que prefiere una muñeca hinchable a luchar con una mujer de carne y hueso.

La vaquilla  de 1985  obtuvo enorme popularidad. El director valenciano ofrece una visión de la guerra civil española mediante una comedia protagonizada por un grupo de soldados republicanos infiltrados en la zona nacional 

Luis García Berlanga falleció a los 89 años por causas naturales el 13 de noviembre de 2010.

En 2008, teniendo ya un delicado estado de salud, depositó en la Caja 1.034 de las Letras del Instituto Cervantes de la calle Alcalá un sobre donde contenía un secreto, el cual pidió que no se revelase hasta el 12 de junio de 2021, cuando se cumpliera el centenario de su nacimiento. 

Hoy el secreto ha sido revelado, dentro del sobre había un guion inédito “Viva Rusia”



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