“Mi intención con la película no fue entendida, nunca quise escandalizar, solo desdramatizar unos personajes y unos ambientes relacionados con la famosa angustia existencial de entonces. El título tampoco fue comprendido, no era un culto de a la vida dulce o fácil como dijeron. Todo era pura ironía.”
Así
hablaba el propio Fellini de su película La Dolce Vita, pero el mismo director
se dio cuenta de cómo había caído su film en algunos estamentos sociales cuando
junto a su mujer la actriz, Giullietta Masina, y el actor protagonista Marcelo
Mastroianni, tuvieron que salir entre insultos y escupitajos de su estreno en
Milán. Incluso el mismo Fellini unos días después pudo ver una esquela en la puerta
de una iglesia que rezaba: “Rezad por la salvación del pecador público Federico
Fellini”
Gracias
a algunas de sus anteriores películas se había ganado la fama de provocador,
pero “La Dolce Vita” alcanzó la consideración de escándalo nacional.
Dino
De Laurentiis quería que la película estuviera protagonizada por una estrella
internacional como Paul Newman, pero Fellini quería a un tipo normal, y Marcelo
Mastroianni fue el elegido para interpretar al fotógrafo que recorre la “Vía
Véneto” en busca de noticias. Una calle que para que Fellini pudiera rodar
libremente, se construyó exactamente igual en los estudios Cinecittá. El coste,
que no estaba dispuesto a asumir Dino De Laurentis, salió del bolsillo del
director que renuncio al porcentaje de taquilla. A Mastroiani, le acompañan en
el reparto Anita Ekberg, Anouk Aimée, Yvonne Furneaux; Magali Noël, Alain Cuny
o Walter Santesso.
Aunque
en el estreno ante la crítica la película tuvo una gran acogida, no fue lo
mismo en el estreno ante el público, muy influenciado por las condenas que
recibió la película de todos aquellos que quedaban retratados en el film, desde
la iglesia que calificó la película como inmoral, a los medios de comunicación.
Pero solo fue el estreno, pronto y avalado también por el éxito internacional,
el público llenó las salas teniendo que hacer sesiones matinales para
aprovechar el tirón en taquilla.
La
película consiguió la Palma de Oro de Cannes y numerosos premios
internacionales, incluido un Oscar a su vestuario, aunque en algunos países como
España estuvo prohibida hasta principio de los ochenta.
Para
el recuerdo deja algunos momentos icónicos en la historia del cine como Anita
Ekberg y su baño nocturno en la fontana di Trevi, o términos asociados como
Dolce vita o Paparazzi por el fotógrafo llamado Paparazzo.
La Dolce Vita es de esas películas que no dejan indiferentes, tiene tanto seguidores como detractores, tantos que la consideran una obra maestra como una película insoportable. Como siempre, para gustos los colores y lo que es incontestable es que forma parte de la historia del cine clásico y por eso hablamos de ella.
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