“La dolce vita”, (“La dolce vita", 1960, Federico Fellini)

“Mi intención con la película no fue entendida, nunca quise escandalizar, solo desdramatizar unos personajes y unos ambientes relacionados con la famosa angustia existencial de entonces. El título tampoco fue comprendido, no era un culto de a la vida dulce o fácil como dijeron. Todo era pura ironía.”

Así hablaba el propio Fellini de su película La Dolce Vita, pero el mismo director se dio cuenta de cómo había caído su film en algunos estamentos sociales cuando junto a su mujer la actriz, Giullietta Masina, y el actor protagonista Marcelo Mastroianni, tuvieron que salir entre insultos y escupitajos de su estreno en Milán. Incluso el mismo Fellini unos días después pudo ver una esquela en la puerta de una iglesia que rezaba: “Rezad por la salvación del pecador público Federico Fellini”

Gracias a algunas de sus anteriores películas se había ganado la fama de provocador, pero “La Dolce Vita” alcanzó la consideración de escándalo nacional.

Dino De Laurentiis quería que la película estuviera protagonizada por una estrella internacional como Paul Newman, pero Fellini quería a un tipo normal, y Marcelo Mastroianni fue el elegido para interpretar al fotógrafo que recorre la “Vía Véneto” en busca de noticias. Una calle que para que Fellini pudiera rodar libremente, se construyó exactamente igual en los estudios Cinecittá. El coste, que no estaba dispuesto a asumir Dino De Laurentis, salió del bolsillo del director que renuncio al porcentaje de taquilla. A Mastroiani, le acompañan en el reparto Anita Ekberg, Anouk Aimée, Yvonne Furneaux; Magali Noël, Alain Cuny o Walter Santesso.

Aunque en el estreno ante la crítica la película tuvo una gran acogida, no fue lo mismo en el estreno ante el público, muy influenciado por las condenas que recibió la película de todos aquellos que quedaban retratados en el film, desde la iglesia que calificó la película como inmoral, a los medios de comunicación. Pero solo fue el estreno, pronto y avalado también por el éxito internacional, el público llenó las salas teniendo que hacer sesiones matinales para aprovechar el tirón en taquilla.

La película consiguió la Palma de Oro de Cannes y numerosos premios internacionales, incluido un Oscar a su vestuario, aunque en algunos países como España estuvo prohibida hasta principio de los ochenta.

Para el recuerdo deja algunos momentos icónicos en la historia del cine como Anita Ekberg y su baño nocturno en la fontana di Trevi, o términos asociados como Dolce vita o Paparazzi por el fotógrafo llamado Paparazzo.

La Dolce Vita es de esas películas que no dejan indiferentes, tiene tanto seguidores como detractores, tantos que la consideran una obra maestra como una película insoportable. Como siempre, para gustos los colores y lo que es incontestable es que forma parte de la historia del cine clásico y por eso hablamos de ella.



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